IDNA

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viernes, 2 de septiembre de 2016

lunes, 29 de agosto de 2016

Nuestra mascotita recién nacida ( 3 A y 3 C )

  Y con ustedes el pichoncito... ( después de 2 semanas)






Y vos qué nombre le pondrías al pichoncito?





domingo, 28 de agosto de 2016

Biografía de Domingo F. Sarmiento




¿Quién Fue Domingo Faustino Sarmiento?

                        El 15 de febrero de 1811, nació en San Juan, Domingo Faustino Sarmiento, era el hijo de Paula Albarracín, quien era una mujer enérgica, laboriosa y muy activa. Tejía en un telar, y con el dinero que ganaba de la venta de los ponchos y las telas ayudaba a mantener su familia. El padre era José Clemente Sarmiento, un hombre de profundos sentimientos patrióticos, era soldado y pasaba mucho tiempo lejos de su familia.
Fue a la escuela primaria en "La escuela de la Patria", en la provincia de San Juan y luego completó sus estudios con su tío José de Oro quien se lo llevó en su destierro solitario a San Francisco del Monte, en la provincia de San Luis.
En 1827 Sarmiento regresó a San Juan y allí se dedicó al comercio pero no tuvo mucho éxito, a el le gustaban más los libros y pasaba largas horas leyendo.

Algunos Hechos Salientes En Su Vida:

  • Se involucró en las guerras civiles en favor de los unitarios.
  • En 1831 se fue a vivir a Chile porque era perseguido por sus ideas.
  • En Chile se desempeñó como maestro de escuela.
  • En 1836 regresó a San Juan, fundó la Sociedad Literaria, el Colegio Santa Rosa, que fue el primero en Argentina dedicado a la educación de las niñas.
  • Fundó el periódico el Zonda, donde comenzó su actividad de periodista.
  • Otra vez regresa a Chile porque era perseguido por sus ideas contrarias al gobierno.
  • En Chile fue nombrado redactor del diario El Progreso y director de la primera Escuela Normal de América del Sur.
  • En 1845 publicó su obra "Facundo" muy cuestionada por sus ideas.
  • Entre los años 1845 y1848 realizó muchos viajes por Europa y Estados Unidos
  • Fue el primer presidente de la "Sociedad protectora de animales".
  • En 1849 publicó "Viajes por Europa, África y América" y "Educación popular".i
  • Fue director de escuelas, senador y redactor del diario "El Nacional"
  • En 1860 fue nombrado Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores del gobernador Mitre.
  • En 1862 fue gobernador de San Juan donde realizó muchas actividades muy valoradas.
  • En 1868 asumió como presidente de nuestro país y el vicepresidente era Adolfo Alsina, representaba al partido Autonomista. 
  • Durante su gobierno se fundaron importantes instituciones y obras: 
    • Observatorio Astronómico de Córdoba.
    • Colegio Militar.
    • Escuela Naval
    • Oficina Metereológica.
    • Se crearon ochocientas escuelas en todas las provincias.
    • Se fundaron importantes diarios como La Nación y La Prensa.
    • Se impulsó la actividad agrícola ganadera exportando productos argentinos a otros países..
    • Se extendió la red ferroviaria y caminera.
    • Se inició la red de telégrafos y ya en 1874 comunicaba a Buenos Aires con todas las naciones del mundo.
    • Fundó el zoológico y jardín botánico de Buenos Aires.
    • Favoreció la llegada de los inmigrantes.
    • Realizó el primer Censo Nacional de Población.
    • Creó el Cementerio de la Chacarita y muchas cosas más..
Así como Belgrano, San Martín y tantos próceres que lucharon por la patria, Sarmiento también luchó, pero contra la ignorancia, luchó en favor de la educación y el progreso, fundó escuelas por las ciudades, pueblitos, campos y montañas. 
Pero como no había tantos maestros creó la Escuela Normal para que quien quiera ser maestro pudiera estudiar y enseñar. 

  • Cuando terminó su presidencia se desempeñó como senador y director de las escuelas de la provincia de Buenos Aires.
  • En 1887 viajó al Paraguay para restablecer su salud. 
  • Falleció en Asunción del Paraguay el día 11 de septiembre de 1888.
  • Lo trajeron a Buenos Aires envuelto con las 4 banderas de los países en los cuales ayudó: Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay
Sarmiento se preocupó por la educación de los niños y adultos, sin importar su clase social. Por eso lo recordamos con cariño y saludamos a todos los maestros en este día
11 de septiembre: "DÍA DEL MAESTRO" 

La cigarra y la hormiga


A jugar con Pipo!!

http://www.pipoclub.com/

Fábulas para compartir en familia! 😄

https://m.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=qNh7bIE-nSk

martes, 5 de julio de 2016

Una asombrosa excursión de Zamba

http://terceroidna.blogspot.com.ar/2014/07/la-asombrosa-excursion-de-zamba-en-la.html

Pueblos originarios

http://terceroidna.blogspot.com.ar/2014/07/los-pueblos-originarios-hoy-observamos.html

Más información...

www.bicentenario2016.gob.ar/contenidos/66/historia

Bicentenario de la Independencia: 9 de julio de 1816

9 DE JULIO... PARA LEER Y PENSAR SOBRE NUESTRA INDEPENDENCIA

9 DE JULIO DE 1816
DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA
  • 24 de marzo de 1816: El congreso inicia sus sesiones. El presidente del Congreso era Pedro Medrano, representante porteño, quien pronunció un discurso de apertura. Los diputados resolvieron que la presidencia del Congreso fuera desempeñada por todos y cada uno de ellos en forma rotativa, debiendo ser acompañados siempre por dos secretarios.
Desde el primer momento, el congreso tuvo problemas: los diputados tardaban en llegar a Tucumán, el ejército había sido derrotado en Sipe-Sipe y se encontraba disperso y, Rondeau que era el jefe de ese ejército, estaba en  guerra contra Martín de Güemes.
Además, el director supremo Alvarez Thomas había renunciado y había sido reemplazado en forma provisoria  por Antonio González Balcarce (17 de abril de 1816).
Ante esa situación, los diputados tuvieron que tomar urgentes medidas: elegir un nuevo director supremo. El  3 de mayo de 1816 designaron casi por unanimidad al diputado por San Luis, Juan Martín de Pueyrredón. Pero este flamante director supremo no pudo viajar inmediatamente a Buenos Aires, primero tuvo que pasar por Salta para solucionar una situación difícil por la que pasaba esa provincia y luego por Córdoba donde se entrevistó con el General San Martín para convenir los detalles de la campaña que lograría la independencia de Chile y Perú.
San Martín, por entonces gobernador de Cuyo, enviaba cartas a los congresales. En una de ellas les decía: " ¡Hasta cuando tenemos que esperar para declara nuestra independencia! ¿No les parece a ustedes una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener bandera y escarapela y hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree que dependemos? (...) Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos (...) ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas..."

9 de julio de 1816: La propuesta que leyó el secretario Juan José Paso fue seguida de la aclamación de todos los diputados. No hubo votación, todos de pie, entre vítores y aplausos, dijeron que sí, que querían que "las Provincias Unidas fuesen una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli". Luego cada uno de los veintinueve  diputados confirmó individualmente su voto, y se redactó el Acta que contiene la Declaración de la independencia.

  

  • Diez días después el diputado Medrano propuso completar la Declaración con un agregado que se aceptó: (que) "las Provincias Unidas fuesen una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli, y toda otra dominación extrajera..." Y entonces sí las Provincias Unidas fueron una nueva nación, libre e independiente.
UN DATO: cuando se firmó el acta de la independencia se mandaron a imprimir 3000 ejemplares, de los cuales 1500 se hicieron en castellano, 1000 en quechua y 500 en aymará.


ACTA DE LA INDEPENDENCIA DE LAS PROVINCIAS UNIDAS EN SUD-AMERICA
En la benemérita y muy digna Ciudad de San Miguel del Tucumán a nueve días del mes de julio de mil ochocientos dieciséis: terminada la sesión ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado, objeto de la independencia de los Pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España; los Representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, Pueblos representados y posteridad; a su término fueron preguntados:
¿Si querían que las Provincias de la Unión fuesen una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?
Aclamaron primero llenos del santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraron sucesivamente su unánime y espontáneo decidido voto por la independencia del País, fijando en su virtud la determinación siguiente:
Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.
Comuníquese a quienes corresponda para su publicación y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un Manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración.
Dada en la Sala de Sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados Secretarios.
Francisco Narciso de Laprida, Diputado por San Juan, Presidente
Mariano Boedo, Vice Presidente, Diputado por Salta
Dr. Antonio Sáenz, Diputado por Buenos Aires
Dr. José Darragueira, Diputado por Buenos Aires
Fray Cayetano José Rodríguez, Diputado por Buenos Aires
Dr. Pedro Medrano, Diputado por Buenos Aires
Dr. Manuel Antonio Acevedo, Diputado por Catamarca
Dr. José Ignacio de Gorriti, Diputado por Salta
Dr. José Andrés Pacheco de Melo, Diputado por Chibchas
Dr. Teodoro Sánchez de Bustamante, Diputado por la Ciudad de Jujuy y su territorio
Eduardo Pérez Bulnes, Diputado por Córdoba
Tomás Godoy Cruz, Diputado por Mendoza
Dr. Pedro Miguel Aráoz, Diputado por la Capital del Tucumán
Dr. Esteban Agustín Gazcón, Diputado por la Provincia de Buenos Aires
Pedro Francisco de Uriarte, Diputado por Santiago del Estero
Pedro León Gallo, Diputado de Santiago del Estero
Pedro Ignacio Rivera, Diputado de Mizque
Dr. Mariano Sánchez de Loria, Diputado por Charcas
Dr. José Severo Malabia, Diputado por Charcas
Dr. Pedro Ignacio de Castro Barros, Diputado por La Rioja
Licenciado Gerónimo Salguero de Cabrera y Cabrera, Diputado por Córdoba
Dr. José Colombres, Diputado por Catamarca
Dr. José Ignacio Thames, Diputado por Tucumán
Fray Justo de Santa María de Oro, Diputado por San Juan
José Antonio Cabrera, Diputado por Córdoba
Dr. Juan Agustín Maza, Diputado por Mendoza
Tomás Manuel de Anchorena, Diputado de Buenos Aires
José Mariano Serrano, Diputado por Charcas, Secretario
Juan José Paso, Diputado por Buenos Aires, Secretario.
¿COMO VIAJARON LOS DIPUTADOS HASTA TUCUMÁN?
Para llegar a Tucumán desde sus respectivas provincias los diputados tardaron entre 25 y 50 días, recorriendo malos pero largos caminos en los medios de transportes de la época. A saber:


LA GALERA: Era el medio de transporte más rápido y confortable, pero también el más costoso. Para viajar de Buenos Aires a Tucumán tardaba aproximadamente 25 días. Podía llevar hasta 10 pasajeros, pero no transportaba mercadería. Para comodidad de los ocupantes por dentro estaba acolchada y tenía bolsillos para que se pudieran guardar los objetos personales de los pasajeros. Era tirada por cuatro caballos conducidos por un experto en caminos al que llamaban postillón.


LA CARRETA: Eran grandes carros de madera que se utilizaban para transportar mercaderías y pasajeros. Eran tiradas por caballos o bueyes y generalmente iban en caravana. Tardaban 40 ó 50 días en recorrer el trayecto entre Buenos Aires y Tucumán.


LA SOPANDA: Era el medio de transporte más confortable, ya que la caja sobre la que viajaban los pasajeros tenía un precario sistema de amortiguación formado por correas de cuero que amortiguaban los saltos del camino. Generalmente era tirada por una yunta de caballos.

LA TROPA: Cuando había que hacer viajes largos generalmente se organizaban grupos de carretas que eran escoltadas por peones. El capataz era el jefe de viaje y él decidía los lugares adecuados para hacer un alto en el camino.  Como los viajes eran largos se llevaban animales para recambio. Para llegar de Buenos Aires a Tucumán se tardaba entre dos y tres meses. La tropa llevaba pasajeros y correspondencia.
LAS POSTAS: A lo largo del camino había postas que eran los lugares donde se detenían los medios de transporte y bajaban los viajeros. No eran más que ranchos de adobe con techos de paja. Allí se descansaba y se conseguían los alimentos para los pasajeros, además de hacer el recambio de caballos.


LA CASA HISTÓRICA DE TUCUMÁN
En 1816, ante la necesidad de contar con un local para las sesiones del Congreso que se reuniría en Tucumán, se optó por la Casa de Doña Francisca Bazán de Laguna. La tradición afirma que Da. Francisca prestó la casa para las sesiones, pero investigaciones posteriores consideran, acertadamente, que el Estado Provincial dispuso usarla, ya que gran parte de la Casa estaba alquilada para la Caja General y Aduana de la Provincia.

La Casa de Tucumán (hoy)
En 1874 el Gobierno Nacional le compró la casa a sus dueños por 200.000 pesos. Y fue el Presidente Nicolás Avellaneda, que era oriundo de la provincia de Tucumán, quien por decreto del Poder Ejecutivo Nacional adquirió la Casa para el Estado, con la expresa recomendación de que se conservara el "antiguo y venerable salón". En realidad la casa estaba en muy mal estado y el Gobierno decidió demoler el frente original y las habitaciones del ala derecha del primer patio, dejando intacto el Salón de la Jura y las habitaciones donde funcionaban el Correo y el Juzgado. Los trabajos le dieron a la casa una fachada “neoclásica”.

miércoles, 15 de junio de 2016

PARA SABER... GENERAL Martín Miguel de Güemes



El Gobierno promulgó el feriado del 17 de junio por lo que ya está en vigencia como día no laborable. La fecha se hace en homenaje a Martín Miguel de Güemes, pero: ¿Quién fue?

Su nombre completo era Martín Miguel Juan de la Mata de Güemes Montero Goyechea y la Corte, o simplemente Alias "Güemes". Fue un militar revolucionario salteño, que nació en el campo de la actual provincia de Salta y a los 14 años viajó a Buenos Aires para comenzar su entrenamiento militar.

Su primera batalla la libró en las invasiones inglesas de 1806 y 1807. Dos años más tardes, volvió a su provincia natal mientras en Buenos Aires Comenzaba lo que sería la Revolución de Mayo de 1810.

Cuando comienza la denominada guerra la Independencia, Buenos Aires envía una expedición auxiliar al territorio del Alto Perú. Güemes, que era integrante del Ejercito del Norte, se puso a cargo del escuadrón gaucho, el cual fue crucial para la victoria de la batalla de Suipacha, la única victoria patriota en esa expedición.

Tras la derrota del del ejercito auxiliar de Buenos Aires en la batalla de Huaqui, llegó al norte Manuel Belgrano como comandante del Ejercito del Norte y ordenó a Güemes volver a Buenos Aires porindisciplina.

Luego de la derrota de la expedición de Belgrano en la batalla de Ayohúma y el posterior éxodo jujeño, es ascendido a teniente coronel y reintegrado a Ejercito del Norte, ahora comandado por José de San Martín, como jefe de las fuerzas de caballería.

La estrategia de esta tercera expedición fue poner a Güemes y sus guerreros gauchos en la defensa del Alto Perú, mientras el Ejercito de los Andes liberaba Chile y liberaba Lima por vía marítima.

Posteriormente fue el primer gobernador de la provincia de Salta aunque le fue difícil ser reconocido como tal. Durante su gobernación, siguió librando batallas contra los resto de la tropa realista y resistieron en seis oportunidades las invasiones realistas posteriores a la independencia.

El 6 de junio, José María Valdez ocupó la ciudad de Salta. Güemes fue herido por una bala, en el combate de resistencia. Al ser hemofílico su herida nunca cicatrizó y murió diez días después, el 17 de junio de 1821, a los 36 años de edad.

BIOGRAFÍA :

Martín Miguel de Güemes
(1785-1821)
Autor: Felipe Pigna
Martín Miguel de Güemes, el líder de la guerra gaucha que frenó el avance español con sus tácticas guerrilleras, nació en Salta el 8 de febrero de 1785. Estudió en Buenos Aires, en el Real Colegio de San Carlos. A los catorce años ingresó a la carrera militar y participó en la defensa de Buenos Aires durante las invasiones inglesas como edecán de Santiago de Liniers. En esas circunstancias fue protagonista de un hecho insólito: la captura de un barco por una fuerza de caballería. Una violenta bajante del Río de la Plata había dejado varado al buque inglés "Justine" y el jefe de la defensa, Santiago de Liniers ordenó atacar el barco a un grupo de jinetes al mando de Martín Güemes.
Tras la Revolución de Mayo, se incorporó al ejército patriota destinado al Alto Perú y formó parte de las tropas victoriosas en Suipacha. Regresó a Buenos Aires y colaboró en el sitio de Montevideo.
Pero Güemes no olvidaba su Salta natal, a la que volverá definitivamente en 1815. Gracias a su experiencia militar, pudo ponerse al frente de la resistencia a los realistas, organizando al pueblo de Salta y militarizando la provincia. El 15 de mayo de 1815 fue electo como gobernador de su provincia, cargo que ejercerá hasta 1820.
A fines de noviembre de 1815, tras ser derrotado en Sipe Sipe, Rondeau intentó quitarle 500 fusiles a los gauchos salteños. Güemes se negó terminantemente a desarmar a su provincia. El conflicto llegó a oídos del Director Supremo Álvarez Thomas quien decidió enviar una expedición al mando del coronel Domingo French para mediar en el conflicto y socorrer a las tropas varadas en el norte salteño a cargo de Rondeau, quién parecía más preocupado por escarmentar a Güemes y evitar el surgimiento de un nuevo Artigas en el Norte que por aunar fuerzas y preparar la resistencia frente al inminente avance español. Finalmente, el 22 de marzo de 1816 se llegó a un acuerdo: Salta seguiría con sus métodos de guerra gaucha bajo la conducción de Güemes y brindaría auxilio a las tropas enviadas desde Buenos Aires.
Dos días después, iniciaba sus sesiones el Congreso de Tucumán que designó Director Supremo a Juan Martín de Pueyrredón. El nuevo jefe del ejecutivo viajó a Salta ante las críticas y sospechas de muchos porteños, que dudaban de la capacidad militar de Güemes y sus gauchos. Pueyrredón quedó tan conforme que ordenó que el ejército del Norte se retirara hasta Tucumán y ascendió al caudillo salteño al grado de coronel mayor.
San Martín apoyó la decisión de Pueyrredón y confirmó los valores militares y el carisma de Güemes y le confió la custodia de la frontera Norte. Dirá San Martín: "Los gauchos de Salta solos están haciendo al enemigo una guerra de recursos tan terrible que lo han obligado a desprenderse de una división con el solo objeto de extraer mulas y ganado".
Belgrano también valoraba la acción de Güemes. De esta forma nació entre ellos una gran amistad. Esto expresó Güemes a su amigo en una carta: "Hace Ud. Muy bien en reírse de los doctores; sus vocinglerías se las lleva el viento. Mis afanes y desvelos no tienen más objeto que el bien general y en esta inteligencia no hago caso de todos esos malvados que tratan de dividirnos. Así pues, trabajemos con empeño y tesón, que si las generaciones presentes nos son ingratas, las futuras venerarán nuestra memoria, que es la recompensa que deben esperar los patriotas".
El jefe de las fuerzas realistas, general Joaquín de la Pezuela, envió una nota al virrey del Perú, señalándole la difícil situación en que se encontraba su ejército ante la acción de las partidas gauchas de Güemes. "Su plan es de no dar ni recibir batalla decisiva en parte alguna, y sí de hostilizarnos en nuestras posiciones y movimientos. Observo que, en su conformidad, son inundados estos interminables bosques con partidas de gauchos apoyadas todas ellas con trescientos fusileros que al abrigo de la continuada e impenetrable espesura, y a beneficio de ser muy prácticos y de estar bien montados, se atreven con frecuencia a llegar hasta los arrabales de Salta y a tirotear nuestros cuerpos por respetables que sean, a arrebatar de improviso cualquier individuo que tiene la imprudencia de alejarse una cuadra de la plaza o del campamento, y burlan, ocultos en la mañana, las salidas nuestras, ponen en peligro mi comunicación con Salta a pesar de dos partidas que tengo apostadas en el intermedio; en una palabra, experimento que nos hacen casi con impunidad una guerra lenta pero fatigosa y perjudicial."
A principios de 1817, Güemes fue informado sobre los planes del Mariscal de la Serna de realizar una gran invasión sobre Salta. Se trataba de una fuerza de 3.500 hombres integrada por los batallones Gerona, Húsares de Fernando VII y Dragones de la Unión. Eran veteranos vencedores de Napoleón. Güemes puso a la provincia en pie de guerra. Organizó un verdadero ejército popular en partidas de no más de veinte hombres.
El 1º de marzo de 1817, Güemes logró recuperar Humahuaca y se dispuso a esperar la invasión. Los realistas acamparon en las cercanías. Habían recibido refuerzos y ya sumaban 5.400. La estrategia de Güemes será una aparente retirada con tierra arrasada, pero con un permanente hostigamiento al enemigo con tácticas guerrilleras. En estas condiciones las fuerzas de La Serna llegaron a Salta el 16 de abril de 1817. El boicot de la población salteña fue absoluto y las tropas sufrieron permanentes ataques relámpago. El general español comenzó a preocuparse y sus tropas empezaron a desmoralizarse. No lo ayudaron las noticias que llegaron desde Chile confirmando la victoria de San Martín en Chacabuco. De la Serna decidió emprender la retirada hacia el Alto Perú.
Las victorias de San Martín en Chile y de Güemes en el Norte permitían pensar en una lógica ofensiva común del ejército del Norte estacionado en Tucumán a las órdenes de Belgrano y los gauchos salteños hacia el Alto Perú. Pero lamentablemente las cosas no fueron así. La partida de San Martín hacia Lima, base de los ejércitos que atacaban a las provincias norteñas, se demorará en Chile por falta de recursos hasta agosto de 1820. Belgrano, por su parte, será convocado por el Directorio para combatir a los artiguistas de Santa Fe. Güemes y sus gauchos estaban otra vez solos frente al ejército español.
En marzo de 1819, se produjo una nueva invasión realista. Güemes se preparaba nuevamente a resistir. Sabía que no podía contar con el apoyo porteño: su viejo rival José Rondeau era el nuevo Director Supremo de las Provincias Unidas. La prioridad de Rondeau no era la guerra por la independencia sino terminar con el modelo artiguista en la Banda Oriental, que proponía federalismo y reparto de tierras. El nuevo director llegó a ordenarle a San Martín abandonar su campaña libertadora hacia el Perú y regresar a Buenos Aires con su ejército para reprimir a los federales. San Martín desobedeció y aclaró que nunca desenvainaría su espada para reprimir a sus compatriotas.
El panorama de la provincia de Salta era desolador. La guerra, permanente, los campos arrasados y la interrupción del comercio con el Alto Perú habían dejado a la provincia en la miseria. Así lo cuenta Güemes en una carta a Belgrano: "Esta provincia no me representa más que un semblante de miseria, de lágrimas y de agonías. La nación sabe cuántos y cuán grandes sacrificios tienen hechos la provincia de Salta en defensa de su idolatrada libertad y que a costa de fatigas y de sangre ha logrado que los demás pueblos hermanos conserven el precio de su seguridad y sosiego; pues en premio de tanto heroísmo exige la gratitud que emulamos de unos sentimientos patrióticos contribuyan con sus auxilios a remediar su aflicción y su miseria". Pero los auxilios no llegaron nunca y la situación se hacía insostenible porque las clases altas de Salta le retaceaban su apoyo por el temor de aumentar el poder de Güemes y por la desconfianza que le despertaban las partidas de gauchos armadas a las que sólo toleraban ver en su rol de peones de sus haciendas.
En 1820, la lucha entre las fuerzas directoriales y los caudillos del Litoral llegó a su punto culminante con la victoria de los federales en Cepeda. Caían las autoridades nacionales y comenzaba una prolongada guerra civil. En ese marco, se produjo una nueva invasión española. En febrero, el general Canterac ocupó Jujuy y a fines de mayo logró tomar la ciudad de Salta. San Martín, desde Chile, nombró a Güemes y le pidió que resistiera y le reiteró su absoluta confianza nombrándolo Jefe del Ejército de Observación sobre el Perú. A Canterac no le irá mejor que a La Serna: terminará retirándose hacia al Norte.
El año 1821, fue sumamente duro para Güemes porque a la amenaza de un nuevo ataque español se sumaron los problemas derivados de la guerra civil. Güemes debía atender dos frentes militares: al Norte, los españoles; al Sur, el gobernador de Tucumán Bernabé Aráoz que, aliado a los terratenientes salteños, hostigaba permanentemente a Güemes, quién sería derrotado el 3 de abril de 1821. El Cabildo de Salta, dominado por los sectores conservadores, aprovechó la ocasión para deponer a Güemes de su cargo de gobernador. Pero a fines de mayo Güemes irrumpió en la ciudad con sus gauchos y recuperó el poder. Todos esperaban graves represalias, pero éstas se limitaron a aumentar los empréstitos forzosos a sus adversarios.
Estas divisiones internas debilitaron el poder de Güemes y facilitaron la penetración española en territorio norteño. Los sectores poderosos de Salta no dudaron en ofrecer su colaboración al enemigo para eliminar a Güemes.
El coronel salteño a las órdenes del ejército español José María Valdés, alias "Barbarucho", buen conocedor del terreno, avanzó con sus hombres y ocupó Salta el 7 de junio de 1821. Valdés contó con el apoyo de los terratenientes salteños, a los que les garantizó el respeto a sus propiedades.
Güemes estaba refugiado en casa de su hermana Magdalena Güemes de Tejada, "Macacha". Al escuchar unos disparos, decidió escapar a caballo pero, en la huída, recibió un balazo en la espalda. Llegó gravemente herido a su campamento de Chamical con la intención de preparar la novena defensa de Salta. Reunió a sus oficiales y les transfirió el mando y dio las últimas indicaciones. Murió el 17 de junio de 1821 en la Cañada de la Horqueta. El pueblo salteño concurrió en masa a su entierro en la Capilla de Chamical y el 22 de julio le brindó el mejor homenaje al jefe de la guerra gaucha: liderados por el coronel José Antonio Fernández Cornejo, los gauchos de Güemes derrotaron a "Barbarucho" Valdés y expulsaron para siempre a los españoles de Salta.